Las mascotas presidenciales de la Casa Blanca


Las mascotas en la Casa Blanca han dejado huella a lo largo del tiempo. Desde el caballo de George Washington hasta las mascotas de George Bush y próximamente del presidente electo Barack Obama, estos peculiares residentes han sido miembros populares de las familias presidenciales de Estados Unidos.

Aunque el primer Presidente, Jorge Washington, nunca vivió en la Casa Blanca, se le acredita la primera mascota presidencial. El presidente Washington era conocido para su devoción a animales. En su casa, ubicada en Monte Vernon, solía tener animales de granja. Sin embargo, su animal favorito era su caballo de nombre Nelson.

Como muchas mascotas presidenciales Nelson no sólo atestiguó la creación de los Estados Unidos sino fue parte de ella, al ser el caballo que el presidente Washington montaba cuando aceptó la rendición de Charles Cornwalli en Yorktown, la batalla que terminó la Guerra Revolucionaria.

Por su parte, el presidente Abraham Lincoln, reconocido por su generosidad, permitió a sus hijos, Tad y Pitilín, tener a tantos animales domésticos como ellos quisieran, lo que dio como resultado una gran colección de animales que incluyó conejos, pavos, caballos, e incluso dos cabras, Nana y Nanko.

El presidente vigésimo sexto, Teodoro Roosevelt, cuya presidencia comenzó en 1901, albergó el mayor número de mascotas jamás visto en la Casa Blanca. Su colección de animales incluía un pequeño oso llamado Jonathan Edwards, un lagartija llamada Bill, conejillos de Indias a quienes llamaron Almirante Dewey, Doctor Johnson, Obispo Doane, Bob Evans, y O'Grady; Maude el cerdo; Josiah el tejón; Eli Yale el guacamayo azul; Baron Spreckle la gallina, una hiena, una lechuza, Peter el conejo y Algonquin el poni, este último muy querido por los hijos del presidente.

Los perros han sido las mascotas predilectas por la mayoría de los presidentes estadounidenses entre ellos Herbert Hoover, Francklin D. Roosvelt, Harry Truman, Dwight Eisenhower, Richard Nixon, Gerald Ford y Rondald Reagan, Bill Clinton y los Bush, padre e hijo.

En cuanto al presidente electo Barack Obama, en su discurso de victoria, la noche de las elecciones, prometió a sus hijas Sasha y Malia un cachorro para llevar a la Casa Blanca.

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