Un día después de que su santo celebrara su día, las mascotas recibieron ayer en la plaza Mayor de la capital la tradicional bendición de San Antón. Un patrón que vela por los animales domésticos.
Perros y gatos, como siempre fieles a la cita, estuvieron en esta ocasión acompañados de hurones, tortugas, pájaros, pequeños ratones y hasta peluches animales, que en esto de la compañía también realizan su papel, sobre todo, entre los más pequeños.
Antes de la bendición, una misa en la parroquia de San Martín para rememorar el papel del santo patrón. Los actos en honor a San Antón comenzaron el mismo día de su celebración en el calendario con la recuperación, por parte de la Asociación San Francisco El Real Extramuros de León, de tradiciones ancestrales.
En una cita en la plaza de Botines, reunió el sábado a cientos de personas en torno al cuentacuentos Manuel Ferrero, quien evocó el recitado de refranes (versos populares declamados en los atrios de las iglesisas por típicos personajes). Además, una hoguera calentó el «fervudo» (vino) y hubo reparto de «cotinos». También se recuperó la costumbre de rifar entre los presentes un gocho. «Hasta San Antón, Pascuas son», dice el refrán... Así que la Navidad se puede dar por cerrada.
Perros y gatos, como siempre fieles a la cita, estuvieron en esta ocasión acompañados de hurones, tortugas, pájaros, pequeños ratones y hasta peluches animales, que en esto de la compañía también realizan su papel, sobre todo, entre los más pequeños.
Antes de la bendición, una misa en la parroquia de San Martín para rememorar el papel del santo patrón. Los actos en honor a San Antón comenzaron el mismo día de su celebración en el calendario con la recuperación, por parte de la Asociación San Francisco El Real Extramuros de León, de tradiciones ancestrales.
En una cita en la plaza de Botines, reunió el sábado a cientos de personas en torno al cuentacuentos Manuel Ferrero, quien evocó el recitado de refranes (versos populares declamados en los atrios de las iglesisas por típicos personajes). Además, una hoguera calentó el «fervudo» (vino) y hubo reparto de «cotinos». También se recuperó la costumbre de rifar entre los presentes un gocho. «Hasta San Antón, Pascuas son», dice el refrán... Así que la Navidad se puede dar por cerrada.
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