"El programa de esterilización de animales llevado a cabo por la Unidad Móvil para control natal de caninos y felinos, con el fin de que no puedan engendrar ni criar, es un acierto de la Secretaría de Salud.
Sin embargo, me parece que estos recursos deberían dedicarse más bien a las familias de estratos bajos que tienen hasta diez y más hijos, y cuyos ingresos no alcanzan ni el salario mínimo. dog beds
No es justo que estas familias que viven en la indigencia y salen a pedir limosna para subsistir, sigan procreando irresponsablemente sin tener en cuenta el futuro de sus hijos.
El Estado debería implementar un programa de planificación familiar global que involucre a los estratos 1, 2 y 3 del Sisbén, con el fin de concientizarlos y evitar que sigan trayendo más hijos a este mundo a aguantar hambre y miseria.
Un lector responde
"He trabajado en diversas comunas de la ciudad en donde puedo confirmar lo que usted dice, usted se refiere al hecho de que son familias muy pobladas y de escasos recursos las que deberían optar por este tipo de inversión. Yo le puedo asegurar dos cosas:
La primera es que en la mayoría de barrios se han llevado a cabo programas educativos sobre sexualidad, o sea, el presupuesto se ha destinado, no puedo aventurarme a decir que incluya a todos los habitantes, pero de una cosa muy clara sí le puedo dar fe: la gente no asiste, yo he llegado a citar 40 personas cuando laboro, para que lleguen cinco, la mayoría no trabaja, y no asisten a charlas ni capacitaciones porque les da pereza.
Créanme, dejan de enviar a los hijos a estudiar a una escuela que queda a una cuadra de distancia solo ¡porque amanece lloviendo! Mucha de esa población proviene de esquemas familiares en donde la maternidad irresponsable es una constante, que viene de generación en generación.
Hay grupos de gente que migra o son desplazados del campo, incluyendo también a los afrodescendientes que tienen una perspectiva de la maternidad muy diferente a la moderna.
Entonces yo estoy de acuerdo con usted, pero a la vez, el trabajar en esos barrios me ha hecho dar cuenta de que es un asunto de responsabilidad subjetiva que muchas mujeres no asumen, teniendo los medios a su alcance. En muchas de esas parejas, y eso es asunto que he podido constantar, hay ideas preconcebidas de que una de las razones para que la existencia tenga sentido "es dejar hijos en el mundo", como intentando con ello "dejar huella".
Ese tipo de mentalidad es muy difícil de erradicar. La gente que desea hacerse la operación busca esa misma información por sus propios medios y acude al Sisbén para el procedimiento. El problema en muchos de los casos es que los esposos se enfurecen con las mujeres que deciden autónomamente hacer esa petición al Sistema de Salud. Les amenazan, les dicen que son unos "varones" y quieren dejar hijos, o les acusan de "zorras", porque su mentalidad machista les hace pensar que se van a someter al procedimiento para acostarse tranquilamente con otros hombres.
Por otro lado, soy una persona que quiere mucho los animales, y sufro al ver el tipo de tratamiento que les da la gente en toda la ciudad, (especialmente en esos barrios). Los tiran a la calle sin ninguna consideración, son objeto de patadas, golpes, atropellos y una gran variedad de vejámenes.
Si no me cree bájese de alguna estación de Metrocable y observe la cantidad de fauna doméstica abandonada. Da lástima y parte el corazón, porque el humano puede tomar la decisión de procrear y planificar, los animalitos no. Me parece a mí, que si nuestra propria inconsciencia los ha lanzado a la calle, debe ser nuestra propia conciencia la que ayude a solventar su sufrimiento.
Si se comienza con los animales a generar esa conciencia, en los humanos puede irse replicando rápidamente. El programa es necesario, la opción ya existe para las personas con Sisbén o EPS y tenga la seguridad de que la gente interesada lo sabe, lo busca, y lo recibe".
Sin embargo, me parece que estos recursos deberían dedicarse más bien a las familias de estratos bajos que tienen hasta diez y más hijos, y cuyos ingresos no alcanzan ni el salario mínimo. dog beds
No es justo que estas familias que viven en la indigencia y salen a pedir limosna para subsistir, sigan procreando irresponsablemente sin tener en cuenta el futuro de sus hijos.
El Estado debería implementar un programa de planificación familiar global que involucre a los estratos 1, 2 y 3 del Sisbén, con el fin de concientizarlos y evitar que sigan trayendo más hijos a este mundo a aguantar hambre y miseria.
Un lector responde
"He trabajado en diversas comunas de la ciudad en donde puedo confirmar lo que usted dice, usted se refiere al hecho de que son familias muy pobladas y de escasos recursos las que deberían optar por este tipo de inversión. Yo le puedo asegurar dos cosas:
La primera es que en la mayoría de barrios se han llevado a cabo programas educativos sobre sexualidad, o sea, el presupuesto se ha destinado, no puedo aventurarme a decir que incluya a todos los habitantes, pero de una cosa muy clara sí le puedo dar fe: la gente no asiste, yo he llegado a citar 40 personas cuando laboro, para que lleguen cinco, la mayoría no trabaja, y no asisten a charlas ni capacitaciones porque les da pereza.
Créanme, dejan de enviar a los hijos a estudiar a una escuela que queda a una cuadra de distancia solo ¡porque amanece lloviendo! Mucha de esa población proviene de esquemas familiares en donde la maternidad irresponsable es una constante, que viene de generación en generación.
Hay grupos de gente que migra o son desplazados del campo, incluyendo también a los afrodescendientes que tienen una perspectiva de la maternidad muy diferente a la moderna.
Entonces yo estoy de acuerdo con usted, pero a la vez, el trabajar en esos barrios me ha hecho dar cuenta de que es un asunto de responsabilidad subjetiva que muchas mujeres no asumen, teniendo los medios a su alcance. En muchas de esas parejas, y eso es asunto que he podido constantar, hay ideas preconcebidas de que una de las razones para que la existencia tenga sentido "es dejar hijos en el mundo", como intentando con ello "dejar huella".
Ese tipo de mentalidad es muy difícil de erradicar. La gente que desea hacerse la operación busca esa misma información por sus propios medios y acude al Sisbén para el procedimiento. El problema en muchos de los casos es que los esposos se enfurecen con las mujeres que deciden autónomamente hacer esa petición al Sistema de Salud. Les amenazan, les dicen que son unos "varones" y quieren dejar hijos, o les acusan de "zorras", porque su mentalidad machista les hace pensar que se van a someter al procedimiento para acostarse tranquilamente con otros hombres.
Por otro lado, soy una persona que quiere mucho los animales, y sufro al ver el tipo de tratamiento que les da la gente en toda la ciudad, (especialmente en esos barrios). Los tiran a la calle sin ninguna consideración, son objeto de patadas, golpes, atropellos y una gran variedad de vejámenes.
Si no me cree bájese de alguna estación de Metrocable y observe la cantidad de fauna doméstica abandonada. Da lástima y parte el corazón, porque el humano puede tomar la decisión de procrear y planificar, los animalitos no. Me parece a mí, que si nuestra propria inconsciencia los ha lanzado a la calle, debe ser nuestra propia conciencia la que ayude a solventar su sufrimiento.
Si se comienza con los animales a generar esa conciencia, en los humanos puede irse replicando rápidamente. El programa es necesario, la opción ya existe para las personas con Sisbén o EPS y tenga la seguridad de que la gente interesada lo sabe, lo busca, y lo recibe".
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