Cuando Lydia Newscomb compró a Reggie, su rottweiler, sabía que en algún momento querría tener un bebé. “Pensé que él protegería a la familia,” dice.
Pero cuando nació su primera hija, Tyrene, dos años después, Reggie no estaba muy contento. “Quería mordisquearla, gruñía cuando la cargaba, así que tuvimos que regalárselo a un amigo”.
De acuerdo con la Asociación Médica Veterinaria Estadounidense, alrededor de 800,000 personas son tratadas por mordidas de perro cada año, niños en su mayoría. Y muchos de esos incidentes ocurren en el hogar.
La Sociedad Humanitaria de Estados Unidos dice que miles de mascotas terminan cada año en un albergue debido a que sus padres se encuentran frente a un dilema: deshacerse de un animal enojado y celoso o del nuevo bebé. La decisión es obvia.
Pero ambas organizaciones aseguran que existen algunos pasos que pueden ayudar a que la mascota de la familia se aclimate a un nuevo integrante.
Stephanie Shain, vocera de Humane Society, sabe cómo lograr que niños y mascotas convivan. Junto a su marido y sus hijas de 15 y 5 años, comparte su casa con dos perros y cinco gatos. Dice que siempre ha tenido mascotas y, debido a que éstas se consideran parte de la familia, sabe que necesitan algunas reglas básicas.
“A los animales no les gustan los cambios repentinos. A la mayoría les gusta la rutina, así que usted puede cambiar la rutina de forma gradual, antes de que llegue el bebé. Éste es un paso positivo”, dice Shain.
Esto implica mostrar la habitación del bebé a las mascotas. Y si usted no quiere mascotas en el cuarto, cierre la puerta. Permítales verlo y después asegure que el lugar está fuera de sus límites.
“Una de las mejores formas que he visto de manejar esto fue de un amigo, quien instaló una rejilla como puerta para la habitación del bebé", recuerda Shain. “La mascota podía ver hacia dentro, porque la mayoría de los animales son curiosos, pero no podía entrar al cuarto”.
Mientras estaba embarazada, comencé a darles a otros miembros de la familia responsabilidades para cuidar a la mascota. Algunas especies, especialmente los perros, son animales de manada. Siguen y se unen a la persona que los cuida más, por lo que si una mujer embarazada es la principal responsable de alimentar y pasear a la mascota, es momento de cambiar la rutina.
“Si la mamá saca a pasear al perro, alguien más debe hacerlo”, sugiere Shain. “Si ella juega con el gato todos los días, asegúrese de que otro lo haga”.
También haga que sus mascotas se acostumbren a los nuevos sonidos. Si le compró un columpio al bebé, muévalo. Si va a mecer a su bebé en una nueva silla, úsela antes de que nazca el bebé.
Si no quiere que su mascota comparta su regazo con el bebé, entrénela para que se mantenga alejada antes de que el niño nazca. “Es lo mejor que puede hacer antes de que el bebé llegue a casa. Si usted dice ‘no, no’ a la mascota frente al bebé, ésta relaciona los refuerzos negativos con el bebé,” explica Shain.
Si está embarazada y comparte el hogar con un gato, los médicos recomiendan cautela. El doctor John Buek, obstetra y ginecólogo del Washington Hospital Center, advierte a sus pacientes sobre una enfermedad llamada toxoplasmosis, causada por un parásito de las heces de gato que, aunque es rara, puede ser muy peligrosa para el feto.
"Puede causar serios defectos de nacimiento en un niño", dice Buek. "Recomiendo que otra persona cambie la caja de arena cuando una mujer está embarazada".
Una vez que nazca el bebé, pero antes de que salga del hospital, los expertos recomiendan llevar una manta o una prenda de ropa con el olor del bebé a su mascota. Permita que el animal lo huela, se eche en ésta y juegue.
Una vez que el pequeño llega a casa, salude a su mascota con una cálida –pero minimizada– bienvenida. Y refuerce la buena conducta en torno del bebé con un obsequio. "Usted quiere que la mascota vea al bebé como una experiencia positiva", indica Shain.
Enseñe a su hijo a respetar. No deje que el bebé lo jale de la cola o lo ajetree. Tanto la Veterinary Medical Association como la Humane Society dicen que nunca deje a solas a un niño pequeño y un animal juntos.
"Cualquier animal con un niño pequeño necesita supervisión", advierte Shain.
Hoy, la hija de Lidia Newscomb tiene casi 3 años. De vez en cuando, ella y Tyrene visitan a Reggie, pero Newscomb trata de mantenerlos separados porque el perro aún mordisquea a su hija cuando la ve.
“Extraño a Reggie, pero no iba a funcionar. Tal vez, por ahora, le compraré [a Tyrene] un pequeño pez dorado."
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