Mascotas ¿tus iguales o tus esclavos?


Una relación justa es aquella en la que todas las partes salen beneficiadas. Empezar una relación con alguien, debería basarse en el respeto hacia esa vida con la que, en este caso, vamos a compartir la nuestra. Entonces… ¿Es justo empezar esa relación cuando una de las partes únicamente sirve para satisfacer las necesidades de la otra?
Cuando compras/vendes a un animal, quizás sin saberlo, estás únicamente preocupándote de tus intereses sean cuales sean los que te llevan a hacerlo (compañía, afecto, especie o raza específica, curiosidad, capricho, diversión, intereses económicos, etc) olvidando que detrás de esa actividad comercial hay una vida, con sus propios intereses como la tuya.
Hemos etiquetado a los individuos en función de nuestras intenciones con ellos, “comida”, “vestimenta”, “laboratorio”, etc. En esta organización, también se incluyen los animales de “compañía”. Obviamente no es lo mismo nacer para que directamente te maten o experimenten contigo, que nacer para servir de “mascota” en el mejor de los casos, pero a mi parecer, todas esconden la misma injusticia. Alguien que nace expresamente para servir a otro y esto irremediablemente tiene de por sí, consecuencias negativas. No voy a entrar en los casos de abandono o maltrato que son muchos, tristes y condenables, actos de los cuales las leyes deberían ocuparse, si no fuera porque son inexistentes o de chiste. Sé que con estas líneas no voy a llegar a quienes maltratan o abandonan animales o a quienes se lucran con ellos sin escrúpulos, estos merecen capítulo aparte. Lo que si intento es acercarme a aquellas personas bienintencionadas, que compran o venden animales, impulsados por el interés hacia ellos.
La relación de compra/venta los sitúa en una posición de desigualdad, viéndolos como simples mercancías a nuestra disposición. Esta situación de indefensión, hace que sus vidas se vean privadas. Los hacemos dependientes de nosotros de por vida y a merced de lo que cada uno crea justo para ellos.
Cada vez que compras/vendes a un animal, una madre ha sido utilizada como una máquina de producir bebés, le arrebatamos a sus hijos, simplemente por creer que les pertenecen a otros. Si hacerle esto a una madre humana nos parece horrible, ¿Por qué aceptamos que esto ocurra con otras madres? Organizamos las vidas de los demás innecesariamente por el simple capricho de tenerlos.
No quiero que se me malinterprete, no estoy diciendo que cuando alguien compra un animal, no sea para cuidarlo de la mejor manera que sabe y darle lo mejor. Lo que estoy diciendo es ¿Por qué tiene que nacer para ser usado? ¿Por qué tiene que convertirse en mercancía? ¿Por qué tiene que vivir encerrado a nuestro antojo? Jaulas, peceras y puertas cerradas es lo que les espera nada más nacer. ¡Cuidado! No estoy defendiendo el abandono de animales en los montes para que sean libres, esto los condena igualmente. Tampoco estoy culpando a nadie por la relación que tenemos con nuestras “mascotas”, yo mismo convivo con tres animales no humanos, poncho (gato), kirikas (gata) y dana (perra) ellos, no tiene más remedio que adaptarse a lo que yo quiera y aunque quiera lo mejor, nunca será suficiente y todos los días me equivoco.
Lo que intento decir es que podemos ser parte del cambio y ese cambio pasa por la adopción. Cada vez hay más animales que necesitan nuestra ayuda, no solo perros y gatos, por desgracia, cada vez está más de moda tener cerdos vietnamitas, serpientes y otros animales “exóticos”. Esto hace que cada vez más protectoras tengan que tratar con abandonos de animales de todo tipo. La finalidad de una protectora es no existir ya que eso significaría que no existen animales necesitados (al menos a la vista). Nos apenamos de la situación de estos animales, sin embargo no todos contribuimos a que esto deje de ocurrir. Esto solo llegará, con un cambio de mentalidad, encaminado a no comprar/vender o criar de forma casera a ningún animal y entendiendo que la esterilización en el mundo en el que vivimos, salva vidas. Por favor, no solo estas navidades, nunca, compres animales. Pásate por la protectora, conoce las historias de los que realmente necesitan ayuda y si estás decidido, comparte tu vida con alguien que lo necesita, no con una “mascota” a la que compras.
Cuando entendamos que los intereses de los demás animales, no deberían valer menos que los de los animales humanos, empezaremos a relacionarnos con ellos de manera justa. Mientras tanto, seguirán siendo nuestros esclavos.

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